En esta exposición se muestra el trabajo de los últimos quince años de Medina, quien traspasa los límites formales conocidos por la escultura para que hilos, hojas, geometría, superficie, gotas, papel lisonjeado y partículas subatómicas confluyan en un discurso que hacen del espacio el objeto escultórico a través de la línea. Asimismo, se observa la redimensión del papel, donde se percibe el pliegue transformado a un estado volumétrico, en el que la sublimidad del espacio se proyecta a través de la línea y el punto, elementos esenciales del dibujo.